La NBA en Disney

La temporada 2019/20 en la NBA será recordada por sus irregularidades, la principal completar el torneo con formato atípico y en medio de una ciudad jaqueada por la pandemia de COVID-19. El objetivo quedó claro que ha sido rebajar parte de las pérdidas económicas que se avecinan.

Para levantar el ánimo de sus seguidores en medio de las críticas y las incertidumbres, la NBA horas atrás salió a declarar que no se registraron casos de COVID positivo en los 346 jugadores incluidos en la burbuja sanitaria desde el pasado 7 de julio y testeados por la organización.

Hace un par de semanas el comisionado Adam Silver informó que dos jugadores que llegaron a Orlando estaban afectados por lo que se desprende que dejaron atrás la enfermedad.

En esta oportunidad se aclaró que en el caso que a futuro haya afectados, éstos serán aislados y no abandonarán el confinamiento hasta tanto no estén libres del virus.

Pero más allá del éxito que se pretende demostrar en la contención de la enfermedad, la NBA -a través del Sindicato de Jugadores- días atrás ganó una batalla más importante como ser frenar el impulso de un 20% de los jugadores que liderados por Kyrie Irving salieron a cuestionar el Plan Disney y proponían no viajar para prevenir el contagio uniéndose a las protestas de la comunidad afroamericana por el asesinato de George Floyd. El triunfo fue tal que varios de los que formaban ese movimiento se echaron para atrás y se conformaron con llevar en el dorsal consignas contra el racismo. Un hecho que evidentemente suena bastante diferente a no jugar.

Así, con los personajes de Disney como fondo, sorteando el flagelo de la pandemia y apagando incendios internos, la fecha de reinicio pactada para el 30 de julio cada vez está más próxima.